El poder de una imagen: la importancia del “shading” en Blender

Belén Blázquez

21 marzo 2018

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El uso del 3D en el campo de la arqueología y patrimonio es cada vez más patente debido a su innegable capacidad explicativa y de difusión que posee.

Todos estamos acostumbrados al poder grafico de las imágenes debido a otras profesiones como las infografías arquitectónicas, diseños publicitarios, o como no, el mundo de los videojuegos, pero a pesar de la irrupción que ha tenido en nuestra profesión, el camino es largo y aún estamos en proceso de formación.

Poco a poco dimos el salto técnico en materia de modelos tridimensionales con el uso de escáner laser o fotogrametría para dar de nuevo otro salto a programas propiamente de 3D (Blender, Maya, Cinema 4D…), donde nosotros mismos aprendíamos a modelar nuestros propios modelos sin necesidad del objeto físico; nuestra capacidad entonces de expresión y representación dio un salto cualitativo –podemos hablar de reconstrucciones y recreaciones– y cuantitativo, donde el número de estas representaciones comenzó a subir como la espuma.

Actualmente son muchas las representaciones que vemos en las RRSS, publicaciones, congresos, incluso en revistas como la tirada especial que sacó recientemente National Geographic  sobre recreaciones de ciudades históricas. Pero en muchas de ellas, se pueden encontrar fallos no tanto por el contenido (modelado) sino por el uso y aplicación de materiales y texturas.

Texturizar o “dar color” a nuestro modelo, no es poner una textura y coser y cantar; es necesario conocer bien las propiedades de nuestros materiales puesto que no es lo mismo intentar recrear madera, que un mármol o cristal; los grados de reflexión y refracción de la luz hacen que adquieran un acabado u otro y es de vital importancia tratar de reproducir estas propiedades físicas de los objetos de la vida real en nuestro entorno 3D.

Así mismo, las texturas guardan todo un mundo de posibilidades que nos permiten emular objetos más allá del sentido estético, con los mapas de texturas de rugosidad, normales, ambient oclusion etc., que nos facilitan muchas páginas de internet pero es necesario saber cómo aplicar; adecuar las escalas de las imágenes al objeto y punto de vista de nuestra cámara, la iluminación de la escena… son aspectos que pueden terminar de dotar de atmosfera nuestro trabajo o de dejarlo plano, irreal.

Igual de importante es saber cómo organizar y gestionar un proyecto, saber a qué tipo de trabajo nos enfrentamos y a que publico nos dirigimos, que vamos a necesitar, los tiempos de realización, acceso a texturas, optimización de los modelos etc., son pautas que debemos aprender a tener en cuenta para el buen desarrollo de un proyecto.

El objetivo de este curso es dar a conocer al alumno diferentes pautas para afrontar un proyecto de shading y texturizado de principio a fin, así como conocer las diferentes herramientas que nos facilita Blender para la correcta aplicación de materiales y texturas.

No hay que olvidar que las representaciones que trabajamos son visuales, y como suele ocurrir en este ámbito, un buen acabado lo es todo; una buena aplicación y manejo del software pueden paliar un modelado pobre, pero nunca a la inversa, puesto que lo último que ven nuestros ojos es el acabado final, y en un mundo tan visualmente bombardeado del sentido de la imagen, hacen que de un modo u otro, una obra sea juzgada por el sentido artístico que en este caso, nos llega por los ojos.

He aquí la importancia de no solo aprender a modelar y desenvolvernos con soltura por un entorno 3D, sino también controlar el acabado final de nuestra obra, para no quedarnos a medio camino del proceso.

Más información sobre el curso online de “Materiales y texturas con Blender Cycles”:

https://www.koreformacion.com/courses/materiales-texturas-blender-cycles-2a-edicion/

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